En materia de guerra, Rusia parece querer estar siempre a la vanguardia al desarrollar sofisticados mecanismos de defensa que le permita estar un paso adelante del «enemigo».
Hace poco se dio a conocer un proyecto que esta nación está llevando a cabo. Se trata de la construcción de una nueva instalación laser en Tierra de nombre Kalina, la cual sería usada para neutralizar los satélites espía de otros países que estén en órbita.
En ese sentido, el plan de Rusia para conseguir este objetivo sería inundar con luz laser los sensores ópticos de estos satélites espía.
Si bien la tecnología laser ha atravesado notables mejoras desde su invención, al punto de hacer que una propuesta como esta resulte creíble y viable de llevar a cabo, lo cierto es que hasta el momento no existen pruebas de que algún país haya tenido éxito en el uso de este tipo de laser.
Sin embargo, en el caso de que Rusia llegue a tener éxito con este proyecto, una gran parte de esta nación quedaría fuera del alcance visual de los países que manejen satélites con sensores ópticos.
Al entrar en detalle, el deslumbramiento se describe como una técnica en la cual los sensores son saturados con una cantidad de luz que los deje fuera de servicio. Sin embargo, se requiere de una gran precisión para lograr este objetivo, tomando en cuenta el esfuerzo que debe realizar el laser para atravesar la atmosfera terrestre, así como la distancia a la cual este se encuentra respecto del satélite.
Cabe destacar que disparar un laser a gran distancia en el espacio no ha sido algo nuevo, ya que la misión Apolo 15 de 1971 recurrió a la colocación de reflectores de un metro en la Luna a los cuales se les disparó un laser desde la Tierra con el fin de generar información de posicionamiento.
Al momento de entrar en funcionamiento Kalina lo hace en modo pulsado en el infrarrojo llegando a producir una cantidad de mil julios por centímetro cuadrado. En contraste, un láser pulsado utilizado en una cirugía de retina solo proyecta una decima parte de esa potencia.
Añadido a esto, la mayor parte de los fotones generados por Kalina son enviados a través de las grandes distancias en las que orbitan los satélites. Esto es posible gracias a que los láseres hacen que los fotones viajen en paralelo para que el haz que es enfocado mediante un telescopio de varios metros de diámetro no se disperse.
Vía thespacereview.com.
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Autor: Alexander Alvarado