Un estudio de varios investigadores de universidades de EE. UU y Reino Unido revela que las aves pueden mejorar su estado de ánimo chateando por videollamada con otras aves.

Los animales de compañía necesitan socializar y una buena manera de hacerlo podría ser haciendo videollamadas con otros miembros de su misma especie

Las mascotas se han convertido en parte de nuestra familia porque nos hacen compañía y compartimos con ellas muchos momentos de nuestra vida, por eso los grandes fabricantes como Xiaomi llevan tiempo sacando al mercado productos para ellas como un comedero y una fuente inteligente para perro y gatos que ya pudimos analizar en profundidad.

Pero muchas veces nos olvidamos de que los animales, igual que los humanos, también son seres sociales y necesitan interactuar con otros miembros de su misma especie. En el caso de los perros o los gatos esto no es difícil de conseguir, pero en el caso de las aves la cosa se complica porque suelen estar metidas en jaulas de las cuales salen pocas veces.

A este respecto, un reciente estudio de investigación acaba de demostrar que las videollamadas pueden ayudar en la socialización de algunas aves como los loros.

Las videollamadas mejoran la vida de los loros

Los investigadores Rebecca Kleinberger, Jennifer Cunha y Megha Vemuri de las universidades de Boston, Florida y Massachusetts y Ilyena Hirskyj-Douglas de la universidad de Glasgow han publicado un estudio conjunto en el que detallan como las videollamadas entre loros han conseguido que estos se sientan menos solos y que mejoren sus vidas.

Según explican estos cuatro investigadores, muchas aves de la familia de los loros que conviven con humanos como las cacatúas, los guacamayos, los grises africanos, los tortolitos o los periquitos no tienen satisfechas sus necesidades sociales, algo que puede provocar comportamientos dañinos como arrancarse o destruirse las plumas, caminar y mecerse, agredir a otras aves o dormir demasiadas horas.

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Un guacamayo del estudio en plena videollamada

Esto es así porque como nos cuenta Rebecca Kleinberger, profesora asistente de ciencias de la computación y música en la Universidad Northeastern, cuando están en libertad los loros suelen vivir en entornos sociales complejos y tienden a emparejarse dentro de una bandada más grande de loros y realizan la gran mayoría de actividades, como alimentarse, acicalarse, dormir, viajar y criar a sus crías dentro de este grupo social.

Para llevar a cabo este estudio, en primer lugar, estos cuatro investigadores reclutaron a 18 loros y a sus cuidadores a través de Parrot Kindergarten, un programa de entrenamiento para loros y sus cuidadores con el que colabora Jennifer Cunha y, a continuación, entrenaron a los loros seleccionados a seleccionar la foto de otra ave en una tablet para iniciar una llamada en Facebook Messenger, algo que consiguieron en tan sólo un par de semanas.

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Un caique de cabeza negra tocando la campana para hacer una videollamada

El siguiente paso fue enseñar a estos loros a tocar una campana cuando quisieran hacer una videollamada y a seleccionar en la pantalla la fotografía del loro con el querían interactuar. Inicialmente, los investigadores utilizaron golosinas para premiar a las aves tras tocar la campana y seleccionar a un «amigo», pero poco tiempo después, tras eliminar los premios, los loros lo siguieron haciendo por motu propio.

Los loros podían hacer dos llamadas al día, cada una de las cuales no duraba más de cinco minutos y durante las mismas los investigadores comprobaron que las aves repitieron algunos comportamientos de sus interlocutores como buscar comida, acicalarse o volar como así lo explica Rebecca Kleinberger:

«A lo largo del estudio observamos una diversidad de comportamientos sociales, desde acicalarse juntos y dormir juntos en la pantalla hasta vocalizar»

Asimismo, Ilyena Hirskyj-Douglas, profesora de informática en la Universidad de Glasgow, también afirma que cuantas más llamadas recibía un loro, más quería llamar a otros loros.

«Desarrollaron loros favoritos para llamar, y la mayoría de los loros se involucrarían con el sistema durante la mayor cantidad de tiempo posible»

Finalmente, todos los cuidadores de los loros involucrados en este estudio afirmaron que las videollamadas tuvieron un efecto positivo en sus mascotas, ya que uno de ellos ganó confianza y empezó a volar más y otros estaban más tranquilos que de costumbre.

Fuente info
Autor: David Freire

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