Quaise Energy, una startup con sede en Cambridge, Massachusetts, hizo públicas sus intenciones de desafiar el paradigma con el que las centrales eléctricas convencionales generan electricidad en la actualidad.
Desde la empresa han desarrollado un nuevo tipo de tecnología de perforación que, de acuerdo con lo que ellos mismos señalan, permitirá que prácticamente cualquier planta de energía se convierta en geotérmica como fuente de combustible.
Transformar la industria generadora de electricidad en proyectos sustentables
La nueva tecnología propuesta por Quaise se vale de una plataforma de perforación accionada por girotrón, que en el proceso vaporiza un pozo, emitiendo ondas de energía de tamaño milimétrico desde la punta de una broca. Los ingenieros de Quaise han trabajado en el desarrollo y perfeccionamiento de esta tecnología durante la última década.
Las ondas de energía pulverizan la roca a medida que se cava el agujero, lo que permite cavar mucho más profundo que los taladros convencionales. Las ondas de energía, en particular, se generan en la superficie, su frecuencia es cercana a la utilizada por las microondas.
Una vez que se excava el agujero, el agua se puede bombear a sus profundidades, donde el calor de la Tierra lo convertirá en vapor que vuelve a salir del agujero como un géiser. Además, el pozo se puede usar indefinidamente para producir electricidad utilizando una fuente de energía geotérmica, lo que hace que sea más barato producir electricidad que los métodos convencionales.
El equipo de Quaise señala que la profundidad necesaria para perforar para cualquier sitio dado variará debido a su geología única, pero agregan que la perforación a profundidades de aproximadamente 20 kilómetros sería suficiente para la mayoría de los sitios. A tales profundidades, señalan además, la temperatura del suelo sería de aproximadamente 370 grados centígrados, más que lo suficientemente caliente como para crear la cantidad de vapor necesaria para impulsar una turbina.
Quienes estuvieron tras el desarrollo de esta iniciativa, señalan también señala que la mayoría de las centrales eléctricas de carbón o fuel oil queman su fuente de energía para crear vapor para impulsar una turbina. Por lo tanto, sugieren que si se pudiera cavar un pozo en el sitio en una planta existente, sería una cuestión simple reemplazar la fuente del vapor y, al hacerlo, dejar de arrojar dióxido de carbono al aire.
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Autor: Nicolás Verdejo