Las Apple Vision Pro están despertando el interés de medios y público, y con razón. Además de lo abultado de su precio, las gafas ofrecen funciones interesantísimas. Aunque no son cómodas para todos los rostros…

Las gafas Apple Vision Pro tienen un problema de ajuste.

Para bien o para mal, las Apple Vision Pro están provocando que corran ríos de tinta. El primer nuevo gadget que Apple presenta en ocho años viene para competir directamente con las HoloLens de Microsoft o las Meta Quest Pro. Por ahora, ya se ha especulado con el precio de las gafas en España y, precisamente por tener una etiqueta tan abultada, el dispositivo ha sido carne de memes.

Si hoy estamos hablando de ellas es por que el prestigioso diario Wall Street Journal ha tenido acceso al dispositivo y ha subido un vídeo a su canal de YouTube hablando de ello. En él, además de tener una vista un poco más profunda de cómo son estas gafas, podemos comprobar que tras un rato puestas dejan zonas rojas en la piel.

Un problema que afecta a los modelos prototipo

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El vídeo, que podéis ver justo encima de estas líneas, detalla las impresiones de la reportera con las Apple Vision Pro. Aparentemente, se trata de un dispositivo que inicialmente parece cómodo de llevar, al menos durante un rato. La propia reportera advierte que después de la media hora que pudo pasar con ellas sí se empezaba a sentir su peso.

Cuando se las quitó, pudo comprobar que tenía enrojecida la frente y zonas de la nariz. Esto queda detallado en un selfie que la periodista se hizo y se incluyó en el vídeo. Sin embargo, este problema tendría una solución mucho más sencilla de lo que parece.

Por lo visto, el problema de las zonas enrojecidas se circunscribe a los modelos prototipo a los que los medios tuvieron acceso (sin poderlos fotografiar ni filmar, claro está). Tiene que ver con los sellos que ajustan las gafas a la cabeza, que por ahora no son del tamaño adecuado para todo el mundo.

No obstante Apple aclaró a los medios que, cuando finalmente las gafas salgan al mercado en 2024 habrá distintos tamaños de dichos sellos, de forma que se ajusten mejor a todo tipo de fisonomías. Dado lo que cuesta el dispositivo, más vale que el problema se solucione.

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Autor: Sergio Agudo

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