Mientras hoy estamos acostumbrados a recibir email y mensajes SMS con diferentes tipos de estafa, en un futuro el problema podría agravarse y ser mucho más sofisticado.
Imaginad una situación en la que un avatar exactamente igual que el de nuestro jefe, en nuestra empresa virtual, se acerca a nuestra silla en el metaverso y nos pide una tarea, pero resulta que ese no era nuestro jefe, era un hacker aprovechando que el jefe no estaba para suplantar su identidad y engañar a los empleados en su ausencia.
Esa situación, que parece de ciencia ficción, podría ser perfectamente posible dentro de pocos años, cuando el metaverso inunde nuestras vidas y realicemos tareas con gafas de realidad virtual como si de la película Ready Player One se tratara.
Desde Microsoft ya han alertado que los problemas de la Internet de ayer y de hoy: suplantación de identidad, intentos de robo de credenciales, ingeniería social, espionaje del estado nacional y vulnerabilidades inevitables seguirán estando presentes en el metaverso, y de formas mucho más originales que hoy en día.
[…] tenemos una oportunidad al comienzo de esta era para establecer principios de seguridad centrales específicos que fomenten la confianza y la tranquilidad para las experiencias del metaverso.
Otra situación que podría darse sería la de entrar en un local cuando en realidad pensamos que estamos entrando en otro. Se podría imitar una taquilla de un cine, o suplantar un cajero de un banco, para que nuestro avatar realice pagos en el lugar equivocado.
Los problemas aparecerán, y será importante que las empresas desarrolladoras los tengan en cuenta para evitar, una vez más, que los cibercriminales vayan varios pasos por delante. El metaverso abrirá muchas puertas a muchos negocios, a muchas oportunidades, pero también será un imán para nuevas formas de estafar a la población, y aún no podemos ni imaginar de qué forma llegarán las amenazas.
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Autor: Juan Diego Polo