Después del cargador USB de tipo-C, la Unión Europea continúa en la brecha y quiere ahora baterías extraíbles (y fácilmente sustituibles) para todos los productos electrónicos.
Únete a la conversación
Han sido muchos menos en 2022, pero es que la tendencia ya venía en descenso desde hace años y tan solo 9 smartphones se lanzaron con batería extraíble en 2021, algo que a la Unión Europea no parece gustarle demasiado en términos ecológicos y de sostenibilidad.
En todo caso, no os vamos a descubrir América porque esto es algo que ya se había anunciado desde Bruselas, y es que mientras se discutían los términos de la norma que obliga a implementar USB-C como conector de carga único para cualquier producto electrónico vendido en el Viejo Continente, desde la Comisión Europea ya nos anticipaban más normativas para aumentar la vida útil de nuestros dispositivos e intentar limitar así la basura electrónica.
Y la primera ya la tenemos aquí, pues tal y como nos contaban los amigos de xda-developers, parece que los técnicos de la Unión Europea ya están trabajando con la nueva reglamentación acerca de las baterías, que deberán ser reemplazables por el usuario asegurando así que el componente más delicado de un dispositivo móvil pueda sustituirse fácilmente sin acudir a un servicio técnico y sin necesidad de plantearse un cambio de smartphone.
La UE se pone seria: exigirá mejores baterías, 5 años de recambios, 3 años de actualizaciones de Android y más
Como es obvio, por ahora se habla solo de ordenadores portátiles y teléfonos inteligentes, no de wearables o dispositivos con difícil apertura o con un encaje de diseño complicado para la batería, y tampoco sabemos cómo afectará eso al diseño de los terminales, pero la UE parece ir muy en serio para convertir a nuestros dispositivos electrónicos en productos más sostenibles.
Decimos esto porque los smartphones han terminado por convertirse en sándwiches de vidrio y metal con construcciones unibody que habría que retocar por completo, seguramente adoptando de nuevo materiales plásticos, tapas traseras o extraños diseños modulares como el de aquel LG G5 & Friends que se cayó por su propio peso.
¿Realmente necesitamos o queremos que nos cambien nuestros preciosos e inmaculados smartphones por nuevos diseños con tapa trasera en policarbonato que permita acceder a la batería? Quizás un slot para la batería similar al de la nano-SIM permitiría adoptar la norma sin desmejorar los diseños de los smartphones más ‘top’.
Sea como fuere, el caso es que sin entrar en dispositivos ni productos concretos, parece que la idea general de la Comisión Europea es que todos los tipos de baterías que se vendan en Europa sean más fáciles de quitar y reemplazar, brindando además al consumidor mucha más información sobre las baterías de sus productos a través de etiquetas y códigos QR que mostrarán la capacidad, el rendimiento, la durabilidad, la composición química y las opciones de reciclaje y sustitución disponibles.
El nuevo reglamento establecerá además unos niveles mínimos de materiales reciclados necesarios para las baterías producidas y vendidas en Europa, marcando un mínimo de un 16% reciclado de cobalto, un 85% de plomo, un 6% de litio y un 6% de níquel. Interesante este punto, sin duda, que obligará a un modelo de economía más circular ya en la fase productiva, sin involucrar al propio usuario.
Quedan muchos detalles por pulir y muchos meses por delante para legislar, aunque ya se habla también de aplicar nuevas normativas incluso para la sostenibilidad de las baterías de nuestros vehículos, tanto las de arranque o iluminación en coches convencionales como los acumuladores energéticos de los EV o los vehículos de movilidad personal, además de cualquier otro producto electrónico que incorpore una batería de cualquier composición.
Los fabricantes tendrían un mínimo de 42 meses para adaptarse a las normas una vez se aprueba la ley, así que el reto de modificar sus diseños tendrá un plazo asumible en el que deberán pensarse e implementarse soluciones que permitan sustituir fácilmente una batería en cualquier producto.
Va a ser entretenido ver cómo se lo toma el mercado y qué soluciones adoptan Samsung, Apple y el resto de los gigantes para no penalizar diseño y/o materiales en sus dispositivos.
Únete a la conversación
Fuente info
Autor: Damián García