La viajera Sandra Shuster ridiculiza los protocolos de United Airlines recuperando su maleta extraviada gracias a un AirTag, ante la inoperancia de la propia aerolínea.
Cada vez son más los usuarios que utilizan AirTags o similares estratégicamente colocadas dentro de sus maletasa la hora de viajar, y es que efectivamente también se multiplican cada vez más los casos en que las aerolíneas gestionan de forma deficiente los equipajes y acaban extraviando maletas sin posibilidad de rápida recuperación para los usuarios.
Y es precisamente este el caso de Sandra Shuster y su hija Ruby que recogían los compañeros de CNN hace unos días, pues ciertamente la situación ha sido bastante curiosa, casi indignante diría yo, para esta usuaria frecuente de United Airlines que vio cómo la aerolínea extraviaba una valiosa maleta que contenía todo el material de lacrosse de Ruby sin que ofreciesen solución alguna, incluso cuando la maleta estaba siendo localizada por un AirTag de Apple y la propia Sandra les había indicado dónde se encontraba.
United Airlines insistía en que les devolvería su maleta extraviada en el próximo vuelo que saliese de Baltimore, pero Sandra Shuster ya sabía que no sería así porque tenía un AirTag indicándole que su maleta se había quedado en Chicago.
Por poneros en contexto, la situación comenzaba en un vuelo de regreso de Baltimore a Denver vía Chicago tras una competición, vuelo en el que Sandra y Ruby portaban su ropa y enseres en maletas de cabina habiendo facturado sólo una maleta grande con el material de lacrosse, valorado en unos 2.000 dólares y de difícil reemplazo no sólo por la parte económica, sino también porque se trata de material específico que tarda varias semanas en conseguirse y adaptarse al deportista.
Ahí comenzó la odisea, pues la propia Sandra inició las pertinentes reclamaciones a la compañía aérea que respondió un escueto «su maleta llegará más tarde hoy en uno de los dos vuelos siguientes», cosa que como ya esperaréis no sucedió. De hecho, United Airlines había equivocado las etiquetas colocándole a esta maleta la de otro pasajero que iba a quedarse en Chicago, por lo que la maleta de Sandra Shuster fue enviada a los hipódromos de recogida de maletas del Aeropuerto Internacional de O’Hare, quedándose allí al no haberla recogido nadie.
Sandra Shuster ya sabía de hecho que su maleta no estaba en Baltimore ni tampoco llegaría en los siguientes vuelos, pues esta avezada viajera, previendo los crecientes problemas con las maletas de todas las aerolíneas y lo especial de su equipaje, había comprado e instalado en la maleta un AirTag de Apple para rastrearla en todo momento.
Con estos datos, se cruzaron varias comunicaciones entre Sandra y United Airlines, aunque los protocolos internos de la compañía no parecieron funcionar pues aunque la clienta les había indicado en numerosas ocasiones que su maleta estaba en Chicago y que avisasen al personal de tierra de ese aeropuerto, nadie le devolvía su maleta mientras pasaba el tiempo y su hija seguía compitiendo con material prestado.
Así fue cómo Sandra Shuster, después de que un responsable de United le indicase directamente que «no tenemos idea de dónde está» y que alguien había podido robar su maleta y quitarle la etiqueta de rastreo, por lo que esa información no les servía de nada, quisiese solucionarlo por su cuenta viajando con puntos de su tarjeta de viajera frecuente hasta Chicago, avisando previamente de su visita para buscar de forma personal su equipaje extraviado.
Lo más curioso de todo fue que nada más llegar a O’Hare y dirigirse directamente a la sección de recogida de equipajes, se acercó al mostrador de United y tras indicarle lo que había pasado al personal éstos le comentaron que no sabían nada del caso ni nadie les había avisado, y le entregaron su maleta en cuestión de 30 segundos indicándole que efectivamente la habían guardado junto al resto del equipaje perdido, tras haberse quedado en las cintas hacía unos días.
Tras llegar al aeropuerto de Chicago y dirigirse al personal de recogida de equipajes de United, éstos le confirmaron que nadie les había avisado de nada y le entregaron su maleta perdida en cuestión de 30 segundos.
Correctivo severo a los protocolos internos de United Airlines, que tras hacerse público el caso ya se ha apresurado a devolverle los puntos gastados a Sandra Shuster en su tarjeta de viajera premium, además de ofrecerle un descuento en su próximo viaje para compensar las molestias y los gastos en impuestos, informando además de que van a revisar sus procedimientos de gestión de equipajes extraviados para que esto no suceda en próximas ocasiones.
Increíble a dónde hemos llegado y lo que puede hacer una pequeña pieza de tecnología, sobre todo porque un AirTag es una etiqueta relativamente económica y que funciona con una simple pila de botón, pero que en casos como este ya veis que puede servir para arreglar un problema mayúsculo.
Fuente info
Autor: Damián García
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