Una de las grandes molestias para los jóvenes adultos es deshacerse de la muela del juicio.
La higiene dental es algo realmente complicado. Hemos desarrollado toda una industria alrededor de la misma que nos permite acceder a cepillos de dientes futuristas y a cremas de dientes con usos inesperados. Sin embargo, algo que jamás entenderemos es por qué contamos con las incómodas muelas del juicio en nuestra boca. Hoy vamos a tratar de dar luz al respecto de esta curiosa cuestión.
Las muelas del juicio y su desaparición en un futuro
En un artículo para The Conversation los expertos en salud dental Ariadne Letra y Seth M. Weinberg han explicado por qué tenemos las molestas muelas del juicio en nuestras bocas cuando hoy en día ni son necesarias ni nos ayudan en lo más mínimo ya que aparecen tarde y normalmente nos generan una serie de problemas importantes. Evidentemente no todo el mundo tiene problemas al respecto, pero a muchas personas le deforma la mordida o salen directamente mal colocadas y es necesario su eliminación.
El motivo detrás de todo esto es puramente evolutivo. Así, nuestro cuerpo ha ido evolucionando a lo largo de millones de años. Pero en el pasado, las dietas de los Australopithecus y los primeros Homo estuvieron marcadas por alimentarse de restos realmente duros, desde semillas hasta frutos para los que necesitábamos tener unos potentes molares. Esto hacía que cuanto más grande fuera nuestra mandibula y nuestros dientes, mejor podíamos soportar la abrasión a la hora de masticar todo tipo de alimentos.
Con el paso de los años, el ser humano fue empezando a alimentarse de otra manera. Cocinando, procesando los alimentos. Esto hizo que la dentadura no fuera tan importante y que el proceso evolutivo permitiera que más personas con bocas pequeñas pudieran sobrevivir, haciendo que se convirtiera en un estándar el tamaño de los dientes que tenemos hoy en día. No obstante, quedan algunos vestigios, como el hecho de que a la gran mayoría de la población del planeta le sigan apareciendo los molares conocidos como muelas del juicio.
En resumidas cuentas, las muelas del juicio existen por estos motivos:
- No todo el mundo tiene muelas del juicio. Y además no todos suelen quitárselas.
- El motivo por el que tenemos muelas del juicio es por algo evolutivo: nuestros parientes más cercanos también los tienen.
- Surgían por algo lógico: los humanos del pasado necesitaban mandíbulas más robustas, por lo que hemos heredado unos dientes que en la actualidad no nos son muy útiles.
- Un ejemplo bastante evidente de este fenómeno es que los Australopithecus Afarensis, uno de nuestros antepasados más famosos, necesitaban este tipo de dentaduras ya que su dieta consistía en alimentos demasiado duros.
Un recorrido evolutivo muy amplio
Hay que tener en cuenta que los humanos más primigenios consumían raíces, frutos duros y todo tipo de alimentos que ponían a prueba la abrasión de nuestros dientes. Por ello, cuantos más molares tuviéramos mejor. Algo que con el paso de los siglos ha ido evolucionando hacia una dentadura mucho más pequeña y especializada en comer carne cocinada y productos que no están excesivamente duros.
De hecho, hoy en día el 25% de la población nace sin muelas del juicio, algo bastante interesante y que sienta un precedente que marca el futuro: puede que con el paso del tiempo ningún ser humano tenga estas fastidiosas muelas encastradas en su mandíbula. El tiempo lo dirá.
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Fuente info
Autor: Esteban García Marcos
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