Su BMW R60 de 1966 era una de sus compañeras más fieles a la hora de ir a trabajar.

Jobs solía aparcar su moto dentro del edificio

Steve Jobs era ese tipo de genio que normalmente aparece de generación en generación y que marca un antes y un después en la forma en la que se hacen las cosas. Desde sus normas de productividad hasta la más pura estética sobria que vestía cada día igual. Es innegable que muchas ideas fueron recibidas y replicadas por la competencia con la suficiente maestría como para transformar la manera en la que ha funcionado la industria. No es para menos, ya que Jobs estuvo inmerso en la revolución tecnológica y también cambió para siempre la manera en la que funcionaba el marketing. De esta manera, la cara visible de Apple lo tenía todo medido, hasta la forma en la que caminaba.

Durante años estuvo yendo al trabajo en su querida BMW R60, una motocicleta del año 1966 con la que parecía tener una conexión especial. Hasta tal punto de que llegaba a meterlas dentro de las oficinas de Apple. Eso sí, esto era por un buen motivo.

La moto dentro de la oficina

De acuerdo con el medio Inc la importancia que le daba Steve Jobs a aparcar su moto en el interior de la oficina de Apple era fundamental.

No era fundamental porque no pudiera aparcarla en otro sitio sino porque era una absoluta declaración de intenciones. Así es, en los albores de Apple, cuando surgió, querían hacer las formas de una manera diferente. Algo a lo que se han seguido agarrando con el paso de los años. Sin embargo, querían barnizar toda su forma de operar con un pequeño aura de macarrismo y ganas de provocar. Así, sus oficinas portaban orgullosas la bandera pirata.

Poner la motocicleta en el hall de entrada servía para exactamente lo mismo que esa bandera pirata. Era una forma de reivindicar una forma distinta de hacer las cosas, de demostrar que eran personas duras dispuestas a cambiar el paradigma de la informática y además querían atraer talento que se sintiera cómodo con esta forma de entender la tecnología.

Por eso, una parte fundamental era aparcar la moto ahí. Al fin y al cabo, la tecnología para él tenía que ser algo así: capaz de liberarte de las ataduras y de transportarte a un lugar en el que pudieras desarrollarte exactamente como tú quisieras.

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Por resumir:

  • Jobs siempre prefería viajar en motocicleta que, en coche, aunque tenía un Mercedes de lujo en aquella época.
  • Concretamente estaba enamorado de su moto, la BMW R60, una de las más emblemáticas de su época.
  • Aparcaba su BMW dentro de la empresa con el objetivo de provocar y dar una impresión de fuerza y poder.
  • No solo era la moto, sino también una bandera pirata colgada de la pared.
  • Así, era algo ideológico, quería que fuera una declaración de intenciones, como un collage de cómo se trabajaba en Apple.

Con el paso de los años, la estética canalla iría dando paso a la sobriedad en formas y aspectos tendiendo hacia un futurismo más que a un intento de ser absolutamente macarra. Sin embargo, siempre quedó ese pequeño atisbo de rebeldía y de hacer las cosas diferentes, ideología que ha impregnado a Apple prácticamente desde siempre y que ha hecho que la compañía siempre trate de ir por otro camino con respecto al resto de empresas de la competencia.

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Autor: Esteban García Marcos