En un documento que se ha filtrado a los medios desde la Unión Europea se recogen las opiniones de los 20 países miembros con respecto al cifrado de las comunicaciones. Uno de los que quiere prohibirlo es España.

España quiere prohibir el cifrado de extremo a extremo.

El cifrado entre extremos lleva tiempo suscitando debates en los gobiernos de distintos países de todo el mundo. El último, según informan desde Wired, no es otro que España. Un documento filtrado al que el prestigioso medio ha tenido acceso revela que entre los miembros de la Unión Europea hay un fuerte apoyo a las propuestas que quieren poder escanear los mensajes privados en busca de contenido ilegal.

El documento en sí sería una encuesta que detallaría la opinión de los países miembros con respecto a la legislación del cifrado. La idea es crear una ley, a través de mecanismos que no parecen del todo claros, que obligue a las compañías tecnológicas a escanear sus plataformas (incluyendo los mensajes privados de sus usuarios) para buscar contenido ilegal.

España tiene la posición más extrema en contra del cifrado

España quiere prohibir el cifrado de extremo a extremo en apps como WhatsApp

Edificio del Ministerio del Interior de España.

Según el medio, los países miembros de la UE llevan años debatiendo si el cifrado entre extremos debería estar protegido como parte del derecho fundamental a la privacidad o si, por otra parte, se debería debilitar para ayudar a las fuerzas de seguridad correspondientes a atrapar a criminales que usan estas plataformas.

De los 20 países representados en el documento (67 páginas que están accesibles públicamente gracias a la filtración), llama muchísimo la atención que la posición en contra más extrema sea la de España. De acuerdo con lo filtrado, los representantes españoles declaraban lo siguiente:

Lo ideal, desde nuestro punto de vista, es que sería deseable el evitar mediante leyes que los proveedores de servicios basados en la UE implementen el cifrado entre extremos.

Esto significaría que apps como WhatsApp, Telegram o Signal, considerada la reina de las apps con cifrado de extremo a extremo, ya no mantendrían nuestras conversaciones privadas ocultas a los ojos de terceros.

La mayoría del resto de países, por cierto, están a favor de algún tipo de cifrado, pero no de romperlo por completo. Desde Wired también se han puesto en contacto con los países miembros incluídos en el documento y ninguno de ellos ha negado su veracidad.

España, cuando respondió a la petición de comentario, dijo que es «imperativo que tengamos acceso a los datos» y defiende que las comunicaciones cifradas deberían poder descifrarse por parte de las autoridades competentes. Desde el Ministerio del Interior se cree que el cifrado representa una amenaza, opinión que también comparte Polonia.

En este eterno debate sobre el cifrado, de nuevo, nos enfrentamos a la disyuntiva de ceder privacidad en favor de la seguridad, con el motivo de fondo de asestar un golpe en las redes de pederastia y pornografía infantil. La cuestión de fondo, según señala la secretaria general para Europa del Centro para la Democracia y la Tecnología, una ONG digital, romper el cifrado sería «desproporcionado, y sería poco efectivo a la hora de proteger a los niños«.

Distintos expertos en seguridad señalan que cualquier puerta trasera potencial en las comunicaciones cifradas rompería el principio general de este tipo de comunicaciones y socavaría mucho su seguridad. Y si las fuerzas de la ley tienen la opción de descifrar estos mensajes, también pueden hacerlo hackers maliciosos (o los que los gobiernos tengan en nómina).

Sea como fuere, el sentir general entre los expertos en seguridad y comunicaciones cifradas de todo el mundo es que la mayoría de países entienden mejor qué está en juego cuando se habla de intervenir las comunicaciones cifradas.

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Autor: Sergio Agudo

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