La Guardia Civil arrestó ayer en Madrid y Valladolid a una mafia internacional asentada en la capital de España que tenía una forma muy curiosa de organizarse, estafando a otras bandas criminales y usando las criptomonedas para esconder todos sus negocios ilegales. Estaba especializada en el blanqueo de capitales a través de criptomonedas, de dinero que llegaba de otros grupos criminales de toda Europa. Esos grupos criminales se acababan convirtiendo en víctimas de esta organización.

La investigación fue desarrollada por la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil o UCO de la mano de fuerzas policiales de otros países. Comenzaron cuando descubrieron a una persona que parecía estar lavando dinero que llegaba del narcotráfico. Con el tiempo, los guardias fueron descubriendo a una red de colaboradores permanentes que tenían sus roles distribuidos dentro de la organización. Entre otros había expertos en criptodivisas.

De manera global, la operación MAUNA se ha saldado con la detención e investigación de 8 personas, 9 bienes inmuebles bloqueados, cerca de 300.000 euros en metálico intervenidos, varios “monederos fríos” de criptomoneda en USB, 30 cuentas bancarias bloqueadas y bienes por valor de más de 1.000.0000 de euros.

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Usaban criptomonedas para lavar dinero

Había varias actividades que esta organización criminal realizaba de manera paralela. Inicialmente, se abastecían de capital en criptomoneda de diversos proveedores. Estos proveedores conseguían el dinero de estafas financieras.

Por otro lado, esta organización criminal realizaba una intensa actividad de estafa, lo que le permitió convertirse en su propio suministrador de criptomoneda como principal modo de blanqueo, llegando a cometer estafas en nuestro país por valor de varios cientos de miles de euros.

Aunque la Guardia Civil dice que al principio era un grupo pequeño, con el transcurso del tiempo, este grupo delictivo se convirtió en un referente al que se dirigía el dinero de diferentes organizaciones criminales asentadas a lo largo de todo el territorio nacional.

Entre los servicios que fueron desarrollando con el paso del tiempo, estaba el de ofrecer a otras bandas delincuentes, además de intercambio de monedas, soluciones individualizadas como monederos virtuales donde alojar las criptomonedas y software para la monitorización de las inversiones.

Usaban una stablecoin

STABLECOIN

Para evitar la fluctuación de criptomonedas como el bitcoin, la banda organizada se decantó por una stablecoin: USDT (Tether) o moneda estable al dólar estadounidense. La organización convertía sus activos en esta moneda, que está siempre sujeta al valor de referencia del dólar estadounidense.

Una vez que la organización disponía de una gran cantidad de activos en criptomoneda, ofrecía a terceras organizaciones criminales la posibilidad de intercambiar este activo digital por dinero en efectivo. Los encuentros físicos se producían en las oficinas que tenían en Madrid.

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Una vez que las víctimas habían obtenido cierta rentabilidad, la organización criminal desaparecía con toda la inversión de criptomonedas. Este dinero robado se usaba para estafar a otras bandas de delincuentes con un método similar.

Como soporte a su actividad de blanqueo de capitales y estafas, la organización criminal contaba con testaferros, así como con un complejo circuito internacional bancario y de criptodivisas con empresas pantalla ubicadas en países como España, Bélgica, Suecia, Alemania o Lituania.

Podría haber estafados entre los ciudadanos

Además de estafar a bandas organizadas, la Guardia Civil ha dicho que las personas que materializaban la estafa, se jactaban de haberlo hecho sobre personas en precaria situación económica o incluso de avanzada edad.

Por ello, la operación continúa abierta de cara a la identificación de posibles ciudadanos perjudicados en nuestro país a raíz de la masiva estafa, más allá de las estafas entre bandas organizadas y delincuentes.

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