Cuando hablamos de flagship generalmente nos referimos a los teléfonos estrella de cada fabricante, pero parece que ese término se ha devaluado un poco en los últimos años. Vamos a intentar definir cómo debe ser un flagship.

Colección de teléfonos flagship de Android e iOS

En Andro4all nos habrás visto hablar constantemente de «flagships» para referirnos a los modelos más top de cada fabricante. Cada uno tiene los suyos: Samsung tiene los Galaxy S y Galaxy Z, Google tiene sus Pixel, Xiaomi tiene una serie numerada después de perder el «Mi» por el camino… hay muchos ejemplos que podemos poner.

No obstante, hay una cruda realidad a la que debemos enfrentarnos: los móviles de gama alta son cada vez más caros. Hace casi 11 años ni se soñaba con ver estos precios, con el precio de la gama media quedándose entre los 300 y los 400 euros… cuando hace menos de una década se pagaban unos 450 euros por un LG G4 con un par de meses en el mercado, por poner un ejemplo.

De acuerdo, vale que quizá LG no es el fabricante mejor parado en la industria de los smartphones (sobre todo si tenemos en cuenta que ya no forma parte de ella), pero ese valor nos sirve para ilustrar el ejemplo. El asunto del precio se nos ha ido de las manos, igual que parece que hemos llegado a un punto en el que no podemos definir qué es un flagship con precisión. Vamos a intentar responder a esta pregunta…

¿Qué debe tener un auténtico flagship para merecerse costar más de 1.000 euros?

De qué hablamos cuando hablamos de flagship: 5 cosas que un gama alta debe tener sí o sí

Samsung Galaxy S23 Ultra, el modelo más premium de la recién presentada familia S23

Aquí me parece que vamos a estar bastante de acuerdo en que el procesador debería ser lo mejor de Qualcomm o MediaTek. Un paso en la dirección correcta, por ejemplo, es la versión especial de los Qualcomm Snapdragon 8 Gen 2 para Samsung que veremos a partir de este 2023. Es decir: si se quiere ofrecer algo que la competencia no tenga, habría que empezar por «vitaminar» el componente base de cada terminal e intentar dotarlo de algo que lo diferencie de la versión especial de la empresa vecina.

Podemos seguir con el asunto de la memoria. Un flaghsip que se precie tendría que estar ofreciendo, como mínimo, 12 GB de RAM y 512 GB de memoria interna. Y eso sólo para empezar. Se podrían ofrecer modelos con hasta 2 TB de almacenamiento y enfocarlos a usuarios profesionales, que son quienes más se van a beneficiar de tener un auténtico tope de gama.

Lo siguiente serían los materiales de fabricación del teléfono en sí. El marco de aluminio es imprescindible en un teléfono que pase de los mil euros, y desde luego la parte trasera no puede parecer un plástico barato al que se le ha dado un recubrimiento especial para que brille más.

De qué hablamos cuando hablamos de flagship: 5 cosas que un gama alta debe tener sí o sí

Leica firma las ópticas de los últimos móviles de Xiaomi

Las cámaras también son importantes. Los sensores de Samsung y Sony se encuentran entre lo mejor del mercado para la gama alta, pero también conviene prestar atención a las ópticas. Un flagship con todas las de la ley debería tener lentes firmadas por alguna firma con prestigio en el asunto, como es el caso de Xiaomi y Leica en sus modelos 12S Ultra, o las lentes Carl Zeiss del vivo X90 Pro+. Insistimos, los sensores son importantes, pero las lentes pueden marcar mucho la diferencia en el campo de las cámaras.

Cerramos el capítulo con el soporte de fábrica al teléfono. El modelo más top de cualquier firma debería contar con soporte de fábrica extendido, al hilo de lo que está haciendo Samsung, para que quienes no quieran cambiar de terminal de un año para otro puedan tener la seguridad de que su teléfono seguirá siendo totalmente funcional.

Tengamos en cuenta que estamos hablando de pagar más de mil euros por un terminal; lo mínimo es que sea capaz de aguantar unos cuantos años de trote y abuso por parte del propietario.

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Autor: Sergio Agudo

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