La Ley de Servicios Digitales cambiará bastante la forma de trabajar en varios sectores del mundo digital. Se trata de una ley que, entre otras cosas, pretende imponer una mayor responsabilidad a los gigantes tecnológicos, una ley que estará activa a partir de 2024.
Uno de los puntos que se han tratado en el borrador de esta ley es la prohibición de anuncios dirigidos a personas en función de su religión, orientación sexual, etnia o afiliación política, algo que se hace hoy en día con bastante frecuencia, tanto en la web como en redes sociales.
Las empresas tampoco podrán publicar anuncios dirigidos a menores, algo curioso, porque en la televisión sí vemos anuncios cuyo público objetivo son los niños.
También se verán afectados los algoritmos de recomendación, ya que será necesaria más transferencia por parte de las plataformas para que quede claro que no se basan en variables no permitidas.
Será también necesario tener sistemas alternativos «no basados en perfiles» la hora de mostrar contenido, como orden cronológico, por ejemplo, y Facebook y otras empresas deberán compartir datos «clave» con investigadores específicos para que puedan analizar cómo evolucionan los riesgos en línea.
El objetivo final de esta ley es que el entorno en línea siga siendo un espacio seguro, que respete la libertad de expresión y ofrezca oportunidades para más negocios, sin monopolios. Tienen claro que lo que es ilegal fuera de Internet, también lo debe ser dentro.
Sobre las multas, la UE podrá multar a las empresas de tecnología hasta el seis por ciento de su facturación global por violaciones de las reglas, y las infracciones repetidas conllevan la amenaza de una prohibición total.
Esperemos que se tengan en cuenta todas las variables, incluyendo a los empresarios actuales que viven del mundo de la publicidad online, antes de tomar decisiones que pueden acabar con millones de empleos en todo el mundo.
Más información: ec.europa.eu.
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Autor: Juan Diego Polo