Artículo original publicado en La Vanguardia
Permite crear reuniones virtuales tridimensionales para mejorar la interacción a distancia
Twitter ya ha anunciado que cuando la pandemia acabé permitirá que sus empleados sigan teletrabajando. Y seguramente otras empresas harán lo mismo. Algunas es probable que usen un modelo mixto: presencial y de teletrabajo. Al menos si la ocupación del trabajador lo permite. Incluso en España es posible que el retorno a las clases en septiembre siga ese modelo.
Por eso seguramente seguirán siendo muchas las reuniones o clases académicas que requieran de algo más que comunicación a través de una videollamada. Manipular objetos virtuales, por ejemplo, puede ser importante. Además de lograr cierta interacción personal, como darse la mano.
De hecho, algunos sitúan ya la evolución de Internet en una especie de territorio virtual. Similar al que ofrece el videojuego Fortnite. En el que es por ejemplo es posible asistir a un concierto. Spatial es una de las empresas que ha apostado más seriamente por las reuniones mediante realidad virtual.
El freno para realizar estas reuniones está en el hardware que debemos emplear. Pues es necesario usar gafas de realidad virtual, como las Oculus o las HoloLens. Y no son muy asequibles. Pero Spatial ha tenido también en cuenta que se puedan añadir personas a una reunión virtual también mediante videoconferencia. Aunque sus posibilidades de interacción sean menores.
Según un artículo publicado en Wired, los creadores de Spatial también tienen planes de emplear los teléfonos como sistemas de realidad aumentada, para facilitar el acceso a los encuentros. El uso de la plataforma es temporalmente gratuito, aunque sus creadores tienen la intención de que siempre haya un plan gratuito para poder usarla al margen de otros de pago.
Hemos probado Spatial sin unas gafas de realidad virtual. Aunque la experiencia no es demasiada buena, tiene varias cosas a su favor. Como el que se pueda ejecutar desde un navegador web y enviar, como en una videollamada, un enlace a cualquiera para unirse a una reunión.
En esencia el funcionamiento es este: al registrarnos en el servicio podemos crear un espacio tridimensional, este puede modelarse o usar un modelo 3D ya creado, de una determinada estancia. Para acceder a Spatial podemos hacerlo descargando la aplicación para los sistemas de realidad virtual Oculus Quest, HoloLens y Magic Leap.
Aunque como decimos se puede acceder desde el ordenador o desde el teléfono a través del navegador. Una vez que estamos dentro de nuestro perfil creamos un avatar tridimensional a partir de una foto, que puede ser captada mediante la webcam. Este avatar será con el que interactuemos con las demás personas.
Si usamos un sistema de realidad virtual podemos interactuar con el resto de participantes y usar objetos 3D creados por nosotros mismos o descargados de Internet. También es posible, como sucede con aplicaciones de videollamada, compartir la pantalla del ordenador e iniciar una presentación.
Una de las cosas más llamativas de Spatial es que no es necesario usar un gran espacio físico para crear las reuniones. Sobre todo si son entre dos o tres personas. Es posible incluso hacerlas sentado en una pequeña sala. Aunque, eso sí, para lograr una buena interacción necesitamos el hardware necesario.
Las gafas más sencillas de Oculus Quest cuestan actualmente algo más de 449 euros, en su modelo más básico (64 GB) y ahora mismo no son sencillas de encontrar. Las HoloLens actualmente se venden prácticamente para uso empresarial, y las Magic Leap están disponibles por un precio de 2.2295 euros, en su versión más económica.
Así que la gran barrera actual para sustituir un accesorio como la webcam por un servicio de realidad virtual, está en el precio de estos dispositivos. Esperemos que Spatial y otras empresas logren soluciones de hardware más económicas para poder realizar reuniones virtuales en 3D. Pues ahora mismo parece difícil que algo así se popularice más allá de un cierto nicho de usuarios.