Seguramente todos vosotros estáis ya familiarizados con el concepto de lo que es un atajo a un archivo o a una carpeta. La idea es crear un icono que, al ser pulsado, acceda al archivo destino, sin necesidad de saber dónde está guardado (la estructura de directorios).
Es muy útil en Windows, Mac o Linux para poder poner en el escritorio los accesos directos a lo que más usamos en el día a día, sin necesidad de tener que ir hasta la carpeta donde se guarda cada contenido.
Los que no son aficionados a los atajos, tienen los archivos distribuidos por el ordenador, sin clasificarse en directorios y subdirectorios, y eso puede generar un caos importante a la hora de buscar información.
El caso es que ahora Google Drive ha implantado los atajos en los archivos que allí ponemos, y eso puede cambiar la forma de trabajar de muchos. Tal y como os mostramos en nuestro nuevo vídeo:
Como veis, al pulsar con el botón derecho en cualquier archivo, aparece una opción «Añadir acceso directo a Drive». Después nos pide el destino de dicho acceso directo, siendo posible poner el atajo tanto en carpetas compartidas como en carpetas privadas.
Esto puede ayudar mucho a la hora de organizar los archivos que compartimos con otras personas. En lugar de crear una carpeta compartida y poner todos los archivos dentro, podemos crear la carpeta compartida y poner allí los accesos directos a los archivos reales, de forma que no es necesario cambiar de lugar el material original.
En ese caso, solo el propietario de la carpeta compartida podrá eliminar los atajos que allí se incluyan.
De momento la función se está incluyendo en las cuentas de Google Drive de todo el mundo, aunque se realiza poco a poco, por lo que es posible que aún no la veáis en la vuestra.
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