El mundo que creó Frank Herbert es sorprendentemente consistente, y en algunos aspectos, podrían existir en el mundo real
Uno de los momentos más impresionantes de Dune, tanto en la novela de Frank Herbert como en la película de Denis Villeneuve, está en la existencia y aparición de los colosales gigantes de arena que devoran a todos aquellos seres que provocan vibraciones en la superficie del planeta salvo en las zonas rocosas. Estos gusanos son los verdaderos dominadores del planeta y los seres humanos son meros extractores de los recursos que ellos dejan atrás. Sin embargo, son bienes demasiado valiosos para dejarlos atrás. Así, este ser, a medio camino entre ser divino y real en el mundo de Arrakis, nos hace plantearnos si podría ser posible que existieran en el mundo real.
Los motivos por los que los Shaid-Hulud no podrían vivir en un mundo real
Tanto en la película de Dune de los años 80 como en la actual, los gusanos de arena o Shaid-Hulud son seres gigantescos que viven bajo suelo. En PopSci han analizado las posibilidades de que estos gusanos de arena sean realistas y han llegado a la conclusión de que algunos aspectos de su existencia sí lo son pero en otros se quedan en el camino de lo meramente fantástico.
No podemos olvidar que la obra de Frank Herbert es, precisamente, algo puramente fantasioso que proviene de la mejor ciencia ficción. Llevarlo a la gran pantalla ha debido de ser un desafío técnico, ya que es difícil hacer justicia a su enormidad, pero Denis Villeneuve lo ha conseguido con verdadero éxito y lo cierto es que parecen muy realistas pero… ¿Lo son?.
Representación de los gusanos de arena en la portada de Herejes de Dune
Lo cierto es que los Shaid-Hulud suponen un desafío científico bastante complicado. Para empezar, el principal de ellos es su enorme tamaño que dificultaría enormemente su movilidad en el interior de la gravedad terrestre. Sin embargo, la falta de agua en el planeta y las dificultades para que sus gigantescos cuerpos puedan respirar debajo de la superficie hace que la existencia de estos gusanos sea complicada. Al fin y al cabo, estamos hablando de especies que suelen encontrarse más cómodas en lugares húmedos, y según la descripción de Arrakis del propio Frank Herbert, es un lugar en el que nunca llueve.
Además, su enormidad también plantea otro dilema: el de la dieta. En principio devoran todo lo que hay en la superficie del planeta, pero se cree que también se alimentan de una especie de plancton que hay en la arena, ya que esta es su principal fuente de alimentos. Viajan por el subsuelo devorando la arena y procesando el plancton muy al estilo de las ballenas. De hecho, no es el único paralelismo que existe con ellas.
Puntos a favor de la existencia de los gusanos de Dune
Por otro lado, encontramos los puntos a favor de su existencia. Si bien su dieta se encuentra en un espacio gris entre lo posible y lo imposible. Un punto interesante es que el bioproducto de que expulsan los gusanos, el melange o especia es considerado una de las drogas psicoactivas pero también más poderosas del planeta. Esto convierte a los fremen los hombres del desierto, en personas dependientes de manera cultural de esta droga, pero también hace que el imperio la anhele y convierte a Arrakis en uno de los principales atractivos comerciales del Universo.
En el mundo, existen ejemplos de lo mismo. Como por ejemplo el sapo del desierto de Sonora al que se le extrae su veneno para utilizarlo de diversas maneras recreativas, por lo que no sería extraño que esto se diera en la realidad.
Tampoco es ajeno a la realidad el hecho de que los gusanos puedan detectar a sus presas con las vibraciones de la arena e incluso puedan manipular la arena de esta manera. Al fin y al cabo, son adaptaciones que no son especialmente extrañas en la naturaleza.
Sin embargo, el punto más fuerte y realista es el del diseño de sus bocas ya que son muy similares a la manera en la que las ballenas barbadas filtran los alimentos. Esto daría más entidad a la manera en la que extraen su dieta estos animales, ya que es exactamente el mismo fenómeno que el de estos animales mamíferos.
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Fuente info
Autor: Esteban García Marcos