Se trata de un fenómeno bastante interesante y que podría explicar el desarrollo geológico de la Tierra
La geología de nuestro planeta es, en muchos aspectos, algo totalmente desconocido para nosotros. En buena medida porque sus procesos abarcan tantos años que pueden pasar inadvertidos. Sin embargo, la ciencia trata de dilucidar cómo funcionan los movimientos geológicos de nuestro planeta, algo que nos permite saber más sobre cuestiones relativas a volcanes inactivos o incluso para aprender como explotarlos para sacar energía. Sin embargo, la cuestión no se detiene ahí, ya que existen formaciones que van creciendo y cuyo comportamiento desconocemos y necesitamos desvelar para alcanzar un entendimiento mucho más adecuado del mundo que nos rodea.
Por ello hoy vamos a hablar de una superestructura conocida como la Meseta Fronteriza de Melanesia que se encuentra sumergida en el Océano Pacífico pero que no para de crecer con el paso de los años.
Una superestructura que no para de crecer
La Meseta Fronteriza de Melanesia, una estructura geológica de enormes dimensiones, ha sido objeto de reciente investigación, revelando una historia que se remonta a la era de los dinosaurios, es decir, el Cretácico, el periodo comprendido entre los 145 y los 66 millones de años hasta el presente. Esta investigación, publicada en la revista Earth and Planetary Science Letters, indica que la meseta se formó a través de erupciones volcánicas durante el periodo anteriormente mencionado y ha seguido creciendo desde entonces.
Ubicada al este de las Islas Salomón, la meseta se ha convertido en un depósito de arrecifes muertos e islas fallidas marcando así un proceso geológico complejo y que tiene un aspecto realmente complicado tal y como señala Sarah Romero desde Muy Interesante. Como tantas mesetas halladas en el pacífico, se cree que el vulcanismo tuvo la clave en su formación, mostrando como el desplazamiento de las plataformas oceánicas pueden ser capaces de crear grandes volúmenes de roca, ya que esta estructura creada por este fenómeno tiene un tamaño aproximado de la mitad de nuestro país.
En 2013 se armó una importante expedición para entender mejor esta estructura. Duró cinco semanas y recolectaron las suficientes rocas de la meseta para tratar de dilucidar el origen de la misma. El proceso fue complicado y entrañó una serie de riesgos arraigados a extraer material a una profundidad elevada. Sin embargo, el equipo quiere volver a descender con las próximas misiones científicas del Ocean Exploration Trust para poder saber más sobre las grandes formaciones del mundo submarino.
Se cree que tuvo cuatro fases:
- 1ª Fase: causada por la desintegración del supercontinente Gondwana hace 120 millones de años.
- 2ª Fase: Crecimiento volcánico de la isla entre los 56 y los 33,9 millones de años.
- 3ª Fase: Distintas colisiones de placas y la reactivación volcánica causaron su crecimiento entre los 23 y 5,3 millones de años. Periodo en el que algunas cronologías arrojan que ya había antepasados nuestros sobre el planeta.
- 4ª Fase: en la actualidad, la columna de roca caliente sigue extendiéndose hoy en día por los procesos anteriores.
El estudio de la Meseta Fronteriza de Melanesia destaca la importancia de comprender la historia geológica para apreciar la dinámica de nuestro planeta. Muestra como los procesos geológicos, que se extienden a lo largo de millones de años, han contribuido a formar estructuras submarinas masivas al igual que lo hicieron sobre la superficie terrestre y nos permiten entender que es un mundo que está muy vivo, algo que a veces olvidamos por lo lentos y prolongados en el tiempo que son estos fenómenos geológicos que suelen abarcar cientos de millones de años.
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Fuente info
Autor: Esteban García Marcos