La producción tecnológica del mundo entero depende de una empresa en una zona caliente del mundo.
Actualmente el mundo ya no sufre el desabastecimiento que sí tuvo en el pasado. Durante años hemos visto cómo existía una crisis de semiconductores y como la escasez de chips era constante en las noticias. Esto se debe en buena medida a que este tipo de producto ha sido clave en la geopolítica de todo el mundo, convirtiéndose así en uno de los puntos en los que todos los expertos han posado sus ojos.
En este punto, hay una pequeña isla, del tamaño de Extremadura que es clave en estos movimientos estratégicos y de recursos. Se trata de la isla de Taiwán
Taiwán, una isla clave para todo el mundo
Taiwán es un pequeño país enclavado entre el mar de China y el océano Pacífico. Oficialmente conocidos como la República de China, es un país que ni siquiera tiene un reconocimiento completo por todos los países del mundo. Sin embargo, esto no le ha impedido hacerse con el control de los nodos tecnológicos más importantes del planeta. El país como tal surgió en los años 40, cuando la Guerra Civil China (1927-1949) se saldó con huida del bando de la República de China a la isla de Formosa. Mientras tanto, en lo que hoy en día conocemos como China, se encontraba la República Popular de China.
La isla ve amenazada su independencia por la geopolítica mundial, y, sobre todo, por el interés que tienen los países por controlar unos bienes tan valiosos como los chips.
En una entrevista para el Financial Times, el historiador del Mundo Actual, Chris Miller, explicaba los importantes motivos que hacen que la producción de chips sea la más importante del mundo en lo que a geopolítica se refiere. Todos los movimientos de los agentes mundiales, antagonistas entre sí, van encaminados a tener una reserva importante de chips para poder proveer su electrónica de consumo. De hecho, el propio Chris Miller en su libro La guerra de los chips, explicaba la importancia que tuvo en el veto de Donald Trump el hecho de que China quiera construir sus propios procesadores y chips.
En Taiwán, la isla de la que estamos hablando, se encuentra no solo la mayor producción de chips del planeta, sino además las fábricas con la tecnología más desarrollada para producirla.
En tiempos de estabilidad política entre los grandes hegemones del planeta, no había ningún problema en que la producción de los avanzados chips estuviera focalizada en una zona del planeta en concreto. Sin embargo, con la inestabilidad entre estos países, cada vez es más necesario que se diversifique. Ahora todo país quiere tener sus propias plantas de creación de chips.
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Es cierto que en la última década se ha intentado desviar la producción de chips de la isla de Taiwán, pero sigue siendo uno de los nodos tecnológicos y productivos más importantes del mundo. Por este motivo, el devenir de este territorio podría ser clave para el funcionamiento de toda la tecnología de nuestro mundo. Y no solo eso, sino de la que servirá para que viajemos a otros.
En resumidas cuentas:
- La isla de Taiwán se considera la verdadera China después de la derrota del ejército nacionalista en la Guerra Civil de China.
- Durante más de ochenta años, la isla se ha ido configurando como una de las potencias tecnológicas de Asia y de todo el mundo.
- En ella se encuentran las fábricas y empresas de chips más importantes del mundo.
- El problema está en que existen tensiones sobre el dominio de la isla por parte de China y los Estados Unidos.
- Por ello, el destino de la producción tecnológica depende en buena medida de lo que ocurra en esta isla.
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Fuente info
Autor: Esteban García Marcos
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