Si siempre has pensado que tu flagship es el mejor móvil para jugar, podrías no estar en lo cierto.
Lo tenemos claro. Cada vez más juegos salen para móviles Android e iPhone. Si bien es cierto que estos móviles están preparados para jugar, no brindan la mejor experiencia posible a la hora de jugar a videojuegos con muy altos gráficos.
Para ello, lo que solemos hacer es bajar los gráficos del juego en cuestión para evitar sobrecalentamientos o problemas de latencia.Pero hoy, vamos a contaros por qué puede no ser muy buena idea jugar a juegos exigentes en nuestro smartphone habitual.
1. Tu smartphone no está pensado para largas sesiones de juego
Normalmente, las compañías suelen ofrecernos una variedad de terminales móviles. Los fabricantes se suelen centrar en la portabilidad, la usabilidad y el poco peso en lo que a un móvil normal se refiere. Fabrican terminales más delgados, los cuales tienen menos batería que los móviles hechos para jugar. Por consiguiente, tu móvil necesitará antes una carga para poder continuar jugando durante largas sesiones.
Sin embargo, un móvil pensado para jugar, suele ser más grueso para poder tener mejor batería y sistemas de refrigeración, lo que ayuda que la batería dure más mientras juegas.
2. Los FPS: otro “battery killer”
Los paneles de los móviles suelen tener distintas tasas de refresco. En un móvil estándar, esta tasa de refresco suele variar últimamente entre 60 y 120Hz. Seguramente nos sonará la “tasa de refresco adaptable”. Esta tecnología ha sido adaptada por los fabricantes para ofrecer un refresco de pantalla variable en función de la aplicación que estemos usando. Otra genial idea para hacernos ahorrar batería.
En el caso de los móviles para gaming, están diseñados para soportar las altas tasas de refresco y no perder tanta batería cómo un dispositivo normal. Por lo que, seguramente, un móvil normal con la máxima tasa de refresco debería gastar más que el móvil gaming.
3. La tasa de muestreo, ese gran diferenciador que muy poca gente conoce
Todos conocemos la tasa de refresco o Hz de un panel, pero igual no todos conocemos la tasa de muestreo. Para explicar qué es la tasa de muestreo y por qué es clave si queremos jugar, comentamos que es la velocidad con la que nuestro smartphone se comunica con el tacto de nuestros dedos. Es decir, las veces que comprueba la pantalla que estamos interaccionando con ella.
¿Por qué es esto vital en ciertos videojuegos? Hay algunos videojuegos (sobre todos los competitivos) que requieren de una respuesta rápida por nuestra parte. Si tenemos una menor tasa de muestreo, tardaremos más en interactuar con el videojuego. En caso contrario, si tenemos una mayor tasa de muestreo, podemos tener una experiencia más fluida con el videojuego al que estemos jugando.
En los últimos años, los fabricantes como Nubia con sus RedMagic o Xiaomi con sus BlackShark, han aumentado la tasa de muestreo de las pantallas para hacer que la experiencia sea más fluida.
4. El sobrecalentamiento… el peor enemigo de nuestros smartphones
Nos habrá pasado a todos. Cada vez que jugamos o tenemos el móvil con aplicaciones exigentes y, sobre todo, en época estival, nos damos cuenta que nuestro terminal se sobrecalienta en exceso. Para esto, las compañías intentan mejorar sus sitemas de refrigeración.
Aún así, hay terminales, como los flagships actuales que siguen sin estar preparados para poder afrontar la carga de los videojuegos y los terminales siguen sin poder evacuar todo el calor. Por experiencia, puedo deciros que ha sido mi caso con el Xiaomi 12 Pro.
¿Cuál es la diferencia entonces con los smartphones gaming? Las compañías que crean estos dispositivos piensan en estos problemas y, por ejemplo Nubia con su RedMagic 6S Pro optan por incluir un ventilador interno en sus dispositivos, lo que hace que la refrigeración sea mejor y que apenas notemos problemas al jugar. Todo un avance.
Otras marcas, aumentan su sistema de refrigeración sin usar el ventilador y también obtienen muy buenos resultados. Podemos entender ahora por qué los móviles gaming son más gruesos y pesados.
5. Si sobresalientes tu teléfono, el procesador entra en cuello de botella
Relacionado con el punto anterior, están los procesadores. Cada vez los procesadores son más potentes con el paso de los años. Esto hace que se necesite una mayor disipación para que los procesadores no sufran. Si el procesador de nuestro smartphone no cuenta con buena disipación, veremos que con el paso del tiempo comienza a perder FPS llegando a congelar los juegos en sus momentos de mayor estrés.
Al entrar en un pico de temperatura, el procesador cerrará aplicaciones para intentar disipar esa temperatura máxima.En los móviles preparados, la disipación es mayor por lo que los juegos suelen tener mayor estabilidad. La Ram adicional que suelen traer estos dispositivos también ayuda a que los juegos tengan una fluidez mayor.
6. El cuerpo del smartphone también incluye mejoras
Si bien es cierto que los móviles ordinarios están pensados para tener unas líneas menos agresivas y ser más bellos, los móviles gaming cuentan con botones adicionales para ayudar a la experiencia de juego.
En los móviles gaming, contamos normalmente con botones táctiles o físicos que hacen las veces de gatillos para los juegos de disparos o “shooters”. Otros dispositivos, cuentan en la parte trasera con una parte táctil. Las líneas de estos dispositivos son más agresivas, como es el caso de móviles como los Legion de Lenovo.
Todo problema puede tener una solución
Puede quedarnos claro con todo lo que hemos mencionado anteriormente que los fabricantes de móviles ordinarios pueden llegar a tener problemas a la hora de tener largas sesiones de juego. Pero todos los problemas pueden tener una solución antes que comprar un nuevo móvil gaming.
En este caso, hay accesorios que pueden ayudarnos con uno de los mayores problemas, que es el calentamiento como los ventiladores de refrigeración de móvil.
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Autor: Ramón Guardia López